miércoles, 4 de septiembre de 2013

ME CAE BIEN LUNA MIGUEL

Me cae bien Luna Miguel. Esto es así. Me cae bien la gente que cita a Ted Hughes y parece que lo lee de la manera en la que creo que lo leo yo. Que igual no se parece en nada. Bueno. También con Foster Wallace. Aunque yo con Foster Wallace necesito un ánimo especial y una edición de bolsillo porque si no corro el peligro de aburrirme. Esto es así. Casi como con Pynchon. Con la mayoría. Me cae bien Luna Miguel porque no la conozco y sólo la he leído y si lees a alguien sabes de verdad si te cae bien. O no. Me cae bien, seguramente, porque se lo monta bien y la publican y a mí no y yo sé que la envidia es una especie de remedio cutre y casero para paliar el miedo a la mediocridad del escritor pero que el remedio verdadero, el remedio incontestable es no ser escritor. Yo escribo pero no seré nunca escritor y no me importa demasiado a estas alturas. A los jóvenes habría que matarlos,dicen algunos sin decirlo. Vale. Bien. Que tiren la primera piedra. Esto es así. No me importa tres cojones. Me cae bien Luna Miguel porque, quizá, escribirlo me traerá visitas al blog. Más que si escribiera Me cae bien Fred Pohl. Esto es así. Aunque lo insisto, no es por esto. Me cae bien Luna Miguel porque una editorial te dice que no publicará tu libro porque escribes muy bien pero no eres comercial y sabes que no tienen valor para decirte la verdad porque luego va ella y publica. Me cae bien Luna Miguel porque es todos los escritores que esta noche me caen bien y no caben todos sus nombres en un post. Pero entenderlo: estoy tan lleno de amabilidad y de rencor que hay que asumirlo y tengo prisa para terminar. Hoy todos me caen bien. Estoy repleto de mediocridad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario