En una matemática del asco
Y de los pies acentuales
Estos hombres miman sus mejores frases
Y articulan la tremenda solidez
De siglos que han venido y por venir
Yo les bendigo con mi tedio
Con mi tedio que es color y línea
O canto o melancólica, remota
Autoconsciencia de quien no podrá
Poner remedio al incidente seco
A punto de quebrarse como las costillas
Bajo el Gran Dedo ladrón
Hurgando en el dormido Adán [¿dormida Eva?]
Ningún Dios me ha dicho que te ame
No hay imperativo universal en lo que somos
Estos hombres erigieron su ironía
Contra lo infantil de una violencia que supera
Todas las violencias porque es
[en una simple palabra] honesta
Apréndola de ti
Que su mor[t]alidad [ahora] les salve
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