jueves, 10 de enero de 2013

MOCHA DICK

La onomatopeya era mi órdago: grazné
un ladrido prodigioso a la altura de lo hueco
que se obliga a acomodar al Ojo [el barro
de las sinestesias como Monstruo devorando
un rascacielos en VHS] para hacer posible 
un horizonte. Somos Viejos. Y Tectónicos. 
No espero conmoverles. Imagínalos
royendo a los penúltimos supervivientes 
de la Essex, asediando su pronóstico de cachalotes
e icebergs [leído en castellano]. Aún persígnate.
Concibe al Dios que sacrificarás dos veces,
las ambas en vano. Yo me entretendré
en rugir o ser un pajarillo negro
o la estructura ineluctable de la mosca del vinagre.
Lo que sea, sonaré a ya dicho [y las que vengan].

3 comentarios:

  1. Me encanta la sonoridad que le das a tus escritos. Tengo debilidad por la palabra "cachalote" y no he podido resistirme a dejarte un mensaje.

    ResponderEliminar
  2. Impactantes textos los de este blog. Lo que sea, sonarás a ya dicho. O no.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  3. Muchas gracias. Sólo intento que los monstruos canten...

    ResponderEliminar