lunes, 26 de noviembre de 2012

A WARM PLACE

¿Visitamos los posibles del dolor? ¿El tegumento
en purpurina de los párpados? ¿Los capilares
como añicos y alfileres taladrándote la sien? Aquí
la lírica a la que podría encomendarte, joven Annie.
El borrador que abstrae tu cuerpo restregado
por los ojos y las biografías de mal gusto. [«No te debo
nada.» «Me habrás olvidado.»] La migraña sustituye
el pánico por las escalas pertinentes de ceguera
y el amor en sí consiste en breves actos de elegir. ¿Qué 
duele más que la presión intracraneal del vómito?
Lloraré esta muesca en la cubierta azucarada del triptán
que ingiero desde la penumbra que me lleva a ti,
oh, quince años más tarde convertidos en estiércol,
pálpito y la entraña suficiente que esto aguarda.

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