domingo, 7 de abril de 2013

PRECIO DE VENTA AL PÚBLICO

Nunca hay que perder de vista que actuamos
[nos movemos o jugamos] en los aledaños de una industria
claramente retratada por Horkheimer, por Adorno,
y jamás olvidarlo nos ahorra la tremenda pérdida de tiempo
que es creer en la literatura, hoy día, como solución
de algo: los contratos son papel mojado 
y las portadas [lo que encierran dentro] son clichés
determinados por cebar el horno de las modas y la propulsión
de fotos de tus editores con revistas críticas obsesionadas
por poner la cifra [lean: PVP] al discurso y encajarlo
a martillazo en este formulario al que tan sólo te cabe
sustraerte no firmando, no jugando, no viviendo,
a fin de cuentas, lo que ellos han señado que es vivir
según el acto indestructible y milenario de la pose.

2 comentarios:

  1. La literatura es una solución para el que la escribe (eso me parece importante). Todo lo demás, el exterior, es el problema. Buen texto.

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  2. Yo creo que esa es la única razón para escribir. El caso es que, por mucha ironía y distancia que quieras meterle (yo tiendo a autoparodiarme) siempre surge la cuestión de sí te leen o no. Y sería una duda mucho más fácil de soportar si los intermediarios entendieran lo que quieres hacer con lo que haces. O, si no lo hacen, que al menos lo respeten.

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