LA FUNCIÓN DE HÉROE

El héroe asume la frustrada coyuntura de sus endodoncias

como un peritaje indiscutible con las limas 

fracturadas dentro del canal radicular, sí, aquellas

contra las que nos previenen los impresos de exención

de responsabilidades que tenemos que firmar en la sala de espera

y se suponen el substrato para someternos a su cotidianidad.

Psiquemáquinas: ¡ABREVADERO!

Psiquemáquinas: ¡ABREVADERO!: por Ramón Masca a Joan Fontcuberta Te encuentras ante un diorama tan enorme que, más allá de estas rocas de serrín y pegamento, son...

EL HOMBRE QUE CASI CONOCIÓ A JOSÉ ÁNGEL VALENTE

Gobernado el paradigma de la escama dérmica,
los viejos hermeneutas convocaron no se cuáles
mil decentes atributos para los desnudos
y aprendimos a rimar la extensa hez que era el Silencio,
allí sucede: [barco azul] a una distancia de esternón
de dinosaurio nos sonríe este naufragio intransitable
[casi nadie es inocente] del pecado besucón
[del por ahora] contagiándonos un crimen
deleznable [casi tanto] como la verdad
montada en línea o la substancia firme de lo opaco.

LA MEMORIA ES MORTAL

Los imbéciles resudan arte, ciegos pasos,
combustión; tú me dijiste el interregno,
me broté en el césped y otras dieciséis
metamorfosis como las carreras de los dioses
y las hijas de los despiadados. Pero nunca
[y este es el problema] te toqué.
¿De amor? ¡Ven, anda, y que me des!
Yo canto a la cariada solución del mudo
marmotreto incandescente, pienso en Billie Hollyday
bajo versión de Gamoneda [aquel poema
que dijiste que ha sufrido] por quedarse atrás...
Existe una matanza más cercana que los nombres
[que no duelen] o los póstumos: a ellos
me refiero, decididamente, por imbéciles
y aguanto, que la broma pueda prosperar.

IMPERIUM

Tomas Stearns Eliot, tibio borriquito... La mudanza
pende de una viga de tremendo roble
y nuestros bombarderos silogísticos le ponen precio.
Un párvulo grabado en el estuco... Los setenta palos
encamados que este santo hikkomori fue y pronosticaba
antes de pasmos... Dios [listen to me]: borré mis pobres méritos
para vivir en la columna a pata coja y los jaguares a mi pie.
Meándoles a veces en la boca como una devoración adversa,
nos saciamos del apto cubículo los unos a los otros...
Si quieres hozar en el amor del surrealismo, a mí no me preguntes:
todo lo que escribo tiene su correspondencia exacta con la cifra
apologética del gesto; no me soluciona nada
[¿les puedo escupir?] mas qué distante que es el Mundo
si nadie le nutre con la torva precisión de los desdichos...
Los tangibles lánguidos, sobrantes, suspensivos... Guerra, pues.

ARIETE

Aprovecha esta violencia puesta para desnarrar el nicho
de la excusa y lo mediocre. Afina el tiro. No dejes con vida
[ni in memoriam] al más pésimo raptor de lo celeste
que no sabe descifrar el solo oficio del graznido, se dispersa
con el negro atrezzo de las plumas [nadie aquí de humor
al picoteo de sus ojos secos] y pretende la sesgada gloria
del cubata, la reseña. La Salutación. Somos [metáfora] la plaga
de este siglo que nos abre por lo obvio. No nos desnudamos,
nos pelamos, y la sangre no sorprende con lo vivo: nos sorprende
su lealtad [este glaciar desembocando en el escombro]
con la que nunca [jura] debes claudicar a la cochambre
así proporcionada por el hueso demasiado roto del sintagma fin.

SILLY SYMPHONIES

La ideología del fin de las ideologías. El colapso.
El inframundo. Pluto rerroyendo huesos de ratón
antropromórfico en las patrias de suburbios y las vallas
del color sensato de las azucenas. Nuestro césped.
Incisión del Exterminio porque el perro es dios
al tiempo que guardián. Somos la soberbia nada
cotizando como los forzados a flotar en el estanque
shubunkines de abril. O menos. Yo creía en tí. Perséfone.
Eva Braun. Gran Isis. Cada siglo oculta el nombre
de sus madres [rememora al proveedor de trópicos,
no obstante] y acontecen los crepúsculos
igual que en el largometraje que esta situación precede.

M.E.T.A.

Ya he descoyuntado mi sentido del ridículo

o de la venganza por sodomizar en serie

a las tortugas hinchas del Apocalipsis con tubos

de plomo. Atrinchérome en el rapto. Viajaré

hasta los semestres negros del rumor. Soy flor.

Soy fuego. Soy el pálpito gigante de las décadas

mordidas y los saltos kilométricos veraces

[ahora me podéis comer la polla] que reniego

cuando la Princesa se coordina con mejunjes

estrellados y fuga de mí [nosotros] al Otro Castillo

donde una violencia de mendigo 

invita a rasurar el obsoleto [pávido] tumor de mi mostacho.

VUESTRO ESTANQUE

Es muy importante, casi diría que se trata de la primera regla, esto de follar con hombres y mujeres que nunca vayan a leer tus libros, máxime teniendo en cuenta que el sesenta y cinco por ciento, aproximadamente, de los títulos recogidos este año por los suplementos culturales de la prensa generalista (fuente: Estudio General de Medios) se ocupa directa o indirectamente de personas que contemplan desde una pose de superioridad [no tanto en términos de Cultura como vagamente morales, entrelazando inextricablemente ambos factores como si en realidad ya lo estuvieran por naturaleza (las buenas personas son aquellas con las que se puede mantener una conversación)], a sus amantes ocasionales.

IN THIS TWILIGHT

Tú no sabes nada de los dioses. Pero estás en tu derecho
de embrocar una somera luz que aquí te sustituya.
No pretendas ser amable. Quien recomendó la mandedumbre
yace [con los filos] entre la metástasis tentacular sin Tiempo,
sin palabras gruesas de las que el escritor se enrogullece
[vagamente] como los profetas del Invierno Termonuclear [del todo]
en la película secuencias antes del fundido en blanco.

LET'S GET THIS PARTY STARTED

No ser un pionero. No abrir el camino
de encendidas sinestesias a las páginas
azucaradas desde la nevera de nuestros
aciagos editores... Este es el problema
de escribir, en mi opinión: que todo
el sufrimiento de la tierra cabe
en dos misivas de cabreo escueto y elegante
[más o menos], como moscas
adheridas a la electrostática de una televisión,
y veo en mí, poeta tan obseso de los que
[al igual que Rilke lo era de los como],
una necesidad tan demasiado transparente
de sangrarlo que ni nos valdrá la pena el eufemismo.